LA VUELTITA VERDE...

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sábado, 15 de noviembre de 2008

Sobre Tus Hombros…Papá

Yo canto, tú silbas-, y me hace montar en sus hombros cogiéndome de las manitas, yo con carcajadas y él con su silbido, vamos recorriendo el trecho hacia la casa de los abuelos.
Al lado va mamá, linda como siempre, acompaña al dueto con esa su sonrisa resplandeciente…
-¡Arre caballito, arre!, y los pasos de papá se hacen más largos, me sujeta de las piernitas…-¡Arre caballito!-, que mamá nos está alcanzando, de seguro mi hermanita con pataditas la está animando, estará contenta, cuando salga de su barriguita también competirá en las carreras de caballos…

-¿Ya te cansaste papi?-, respira que ya hemos llegado, saludemos a los abuelos, mira que rica merienda nos han preparado…
La comida y la charla interminable han acabado, estuvo delicioso, ¡qué bonitos los regalos!, gracias abuelita, adiós abuelito, volveremos a encontrarnos.
Vámonos ya papi, hazme subir al caballo, esta vez los dos silbamos, mamá nos acompañará cantando…

martes, 4 de noviembre de 2008

Desconoces mis maneras, tus maneras desconozco...

Sentado, delante de mí, estático y atento, veo tu verde mirar y me sorprendo al encontrarlo (por un segundo) fijado en mí…me estremezco…
¿Qué era lo que mirabas?

Hablas con calma y suave, no me ves y te escucho, no me escuchas porque me ves…
Tu voz viaja a través de las distancias, las acorta, donde sea que esté, donde sea que estés, se oye…se siente…
¿De qué hablas? ¿Qué quieres escuchar?

Es tan fácil aprender el sonido de tus pasos, el tono y su velocidad…son tan indelebles, tan marcados…
¿A dónde vas?

Sientes y te hundes en tus pensamientos, navegas en un velero que en todos los sentidos te lleva a surcar el tiempo…
Te desconectas, te adentras en un propio silencio, tan tuyo, tan verde, tan suave, tan indeleble… ¡Tan poco palpable!¿Qué sientes? ¿Qué piensas?...Desconoces mis maneras…tus maneras desconozco…

domingo, 7 de septiembre de 2008

EL TREN INESPERADO

Y era el límite entre el gusto que se siente por la forma de ser de alguien y aquel que genera atracción y deseo. Eran dos personas distintas, lejanas, diferentes, que aunque pudieron una vez charlar sentados frente a frente, desearon conocerse más al conversar sentados con los cuerpos muy, muy distantes y las miradas dirigidas a rumbos diferentes.

Ambos con compañía, ambos encantándose, los cuatro quizás queriendo quererse toda la vida. Ella, emocionada al encontrarle y pasmada ante las frases que Él algunas veces decía, contándose cosas personales, íntimas y hasta cosas tontas que terminaban en sonrisas y frases locas, que arrancaban mas de una risa y quizás una carcajada.

Al encontrarse una vez, ya cara a cara, se dejaron llevar por sentires indescriptibles que acarrearon por deseo mutuo, ganas de aguantar la respiración en un túnel, ciegos y con abrazos delicados, juegos calmados, miradas y palabras silenciosas, besos cortos, besos largos, asustados y atrevidos. Todos, todos, momentos indelebles para ambos, sueños y proyecciones que Ella, en un momento prefirió ahuyentar, y Él, aunque a veces rendirse quería, un hilillo de esperanza o que sería, le hacía insistir.

Bajaban las armas al verse envueltos y se dejaban llevar por sus cuerpos y un sin fin de sentimientos incomprensibles por la razón, volvían al túnel, ciegos, con los relojes atascados, y sus manos con lápiz y papel sobre el pecho, escribiendo páginas y páginas de una historia que pocos conocían, relatos acusados por sus actos y negados si es que resaltaban las líneas escritas en letra cursiva o entre comillas.

-¿Qué harías si te besara?-le dijo Ella un día
-Te besaría también- respondió Él

Ambos, sin decirlo, desde ya comenzaron a aguantar la respiración y pedir su deseo, mientras el tren inesperado los llevaba a través del túnel, ajenos a todo mundo que no fuera el suyo, esperando que alumbre la luz para poder verse de nuevo, reconocer y recordar sus rostros, los rostros de las personas de al lado, y forjar, si es que les era posible a ambos, un solo sendero.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

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...Eres como esa idea que estira sus alas y surca los cielos jugando con las nubes y el viento...
Como una sonrisa interminable que se intercala con carcajadas y un desesperado desprendimiento palpitante del pecho...
Como la luz destellante de los ojos al ver estallar gotas bailarinas del cielo mezclándose con rayos amarillos de sol que forman cintas de siete colores en el firmamento...

domingo, 17 de agosto de 2008

A LA MUSA DEL ESCRIBIDOR

Dime, ¿Qué sientes musa?
¿lo ves?
está sentado con un lápiz en la mano,
dibujándote con letras
¿lo ves?
te está soñando, está plasmando tu silueta.

¡Voltea niña!, no deja de mirarte
¡Voltea!, acércate y déjale susurrarte.

Verás que te dice cosas preciosas
escucharás sus miradas ansiosas
¡tócale!, déjale expresarse.

¿Qué se siente ser su musa?
¿sonríes?¿ lloras? ¿te conmueven sus palabras?
voltea a su llamado
y dale también tu mano
verás que no es en vano.

¡Míralo niña!, está cansado
horas y horas estuvo ahí sentado con un lápiz en la mano
soñándote, esperando tu respuesta
esperando una mirada, una caricia, una palabra

Susurra tu nombre al viento
escucha tus palabras de silencio
sonríe con tus ojos
duerme pensando en uno de tus besos.

Para él tu perfume está en el aire o en el hálito del tiempo
día tras día le inspira a escribirte y hasta quizás cumplir un sueño

Guarda su mirada, él la guardó para ti
escucha sus tonadas, él las canta para ti
¡Voltea niña! déjale nombrarte
Siente, su corazón no para de palpitarte

¿Qué dices? ¿No lo quieres?...¿No te convenció?
¡Dame tus sandalias niña!,
cuanto quisiera ser su musa yo.

domingo, 20 de julio de 2008

DURAS APRECIACIONES PARA UNA CURIOSA FIGURA HUMANA

Vino como todas aquellas veces que necesitaba los servicios de tipeo en esa casa que nunca fue suya pero alguna vez lo alojó, con una camisa disimuladamente sucia en el cuello y en las mangas, con la barriga hinchada por el alcohol (según mi madre), sesenta años a cuestas, serio y de pasos fuertes y seguros…
Como siempre, causando una fuerte impresión, y recibiendo un beso en la mejilla más en señal de respeto que de cariño, rara imagen de mi padre…

Extrañamente sentía muchas cosas por él, sentimientos que fueron naciendo conforme se escribía la larga lista de altibajos de su deplorable y a veces admirable comportamiento, sentía por él mucho cariño cultivado desde la edad de tres años, edad en que lo conocí; admiración por sus conocimientos, inteligencia y cultura que irremediablemente me inspiraban a seguir ese ejemplo de pequeñísima virtud; desprecio por su vicio intolerable y por todas aquellas actitudes que despertaban cuando el odioso líquido se apoderaba de su sangre, y hasta lástima por la soledad que lo perseguía como muestra de errores irrepetibles por lo imperdonables de su condición, que dejaban escrito en su historia parejas e hijos que elegían alejarse de él…muchas impresiones para mi gusto, que una sola persona era capaz de inspirar.

Solo Dios sabe cuando esa figura humana sentaría cabeza (si es que lo decidía y quería) y cuando sería arrebatado de la faz de la tierra…con todos esos conocimientos, variedad de lenguas aprendidas que alguna vez intentó instruir a sus hijas, cariño que le era difícil expresar y que con un hilo de esperanza creí que sentía por su descendencia, buen humor (a veces) y talento en algunas decisiones.

Mi hermana solía llamarlo “progenitor” alegando que el título de padre no concordaba con sus méritos acumulados, yo prefería llamarlo “donador de esperma” en un sentido burlón y hasta sarcástico (y malcriado) pues ahora de manera más sensata considero que un poco de cariño existió aún durante mis primeros años de orfandad…alguna vez se habrá acordado de mí…

-Cuídate papi, llámanos siempre que puedas-
-Estaba ocupado trabajando hija…-

Nos despedimos con el beso en la mejilla hasta otra oportunidad en que decida pararse frente a la puerta de casa…para saludar…

jueves, 19 de junio de 2008

El bultito más tierno

Allí estabas tú…tan pequeñita, envuelta en unas ropas de lana que la abuelita había preparado para ti, en los brazos de mamá, durmiendo, soñando con quién sabe que (solo Dios), muy tranquila recibiendo las caricias de un peine de suaves cerdas que acariciaba tus contables cabellos. Yo, me acerqué a ti, era la primera vez que te veía, pues en el nosocomio donde habías visto la luz de este mundo no alcancé a divisarte, hermanita…
Días anteriores a ese, al despertar por la mañana y no encontrar a mamá, supuse con gran astucia que ya habías llegado; corrí a buscarte por toda la casa hasta que hallé un pequeño bulto tapado con mantas en uno de los sofás de la casa… ¡Allí está! supuse… ¡mi hermanita!...¡que alegría!, dí unos saltos bailarines hasta el lugar, destapé la manta…y cual fue mi sorpresa…. ¡no estabas! Corrí a las faldas de la abuela, relaté lo sucedido entre lágrimas y me calmé con la explicación de que los bebés no llegan de esa manera.
El olor a bebé se esparciría por toda la casa, el moisés, preparado para ti con un tul de color rosa, descansaría del peso de tu hermana mayor, que algunas veces a hurtadillas jugaba a ser pequeña otra vez…los juguetes, las sonajas, la mesita de comer que fue víctima de constantes derrames de leche y papillas, pasarían a ser tuyos…
El ambiente se llenaría de llanto, un ingáaa…, unas fotos, más ropita que lavar, más lugares que limpiar…más pañales que cambiar, la primera sonrisita…un andador, una mantita…
Tú con dos días de nacida, yo, con mis cuatro años; ambas con un padre, una madre y una abuelita que velaban nuestro sueño…Días de risas nos esperaban, mañanas de dibujos animados, alegrías, gelatina, canciones, juegos improvisados, una que otra riña, muchísimos abrazos… ¡Mi hermanita, al fin tenía una hermanita!...tan pequeñita, suavecita, cálida y juguetona…

Soliloquio de Segismundo...

"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."

La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca.

domingo, 15 de junio de 2008

CARENTE DE ESTÉTICA

Paseaba con el vestido rojo que tanto le gustaba usar, pero que a veces despreciaba, algunas veces saludando a los demás, otras veces esquivando las miradas y algunas hasta dejándose encantar por algunos que lograban alejarla del mundanal ruido de su confuso mundo de sentimientos y preguntas sin respuestas…hasta que lograba huir de esos brazos nuevos, cuando se daba cuenta que no dejaban de ser caricaturescos…
Un día recibió un mensaje confuso…que llegó quizás a tiempo para cubrir su pensamiento, como una suave capa de concreto aún mas pesado que las enmarañadas letras de un texto que la dejaron en suspenso una mañana cerca al medio día.

Pero como todas las cosas dan vuelta y giran y giran alrededor de su destino esperando a ser tomadas por ella…parte de un monólogo de Segismundo, se acerca a su mirada:

“…en llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón…”

Risas…muchas sonrisas y carcajadas, no se puede, se adhirió, el vestido rojo que tan bonito le queda no sale más…
Se remonta hacia el pasado, recuerda esa mirada, recuerda esa sonrisa, ese maleficio, esa agonía…se siente destrozada…

Llaman a su puerta:
-¿Corazón estas despierta?-
Prefiere no moverse…
-Corazón, deja de lamentarte…tu vida está resuelta y permanecerá desierta…

sábado, 14 de junio de 2008

otra de Francisco Luis Bernardez

SONETO AUSENTE

El sentido del tiempo se me aclara
desde que te ha dejado y me has traído,
y el espacio también tiene sentido
desde que con sus lenguas nos separa.

El uno tiene ahora canto y cara
porque vive de habernos dividido,
y el otro no sería conocido
si no nos escondiera y alejara.

Desde que somos de la lejanía,
el espacio, que apenas existía,
existe por habernos separado.

Y el tiempo que discurre hacia la muerte
no existe por el tiempo que ha pasado
sino por el que falta para verte.

...para recordar

SONETO
(Francisco Luis Bernardez)

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.