LA VUELTITA VERDE...

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lunes, 18 de julio de 2011

RINNNNNNNNNNNNNNNNNGGGGGG… ¡SALIDA!

-“Pero tu peeeelooooo, ¡Ay que cosa tan fatal! …”-  evoca una sonrisa a los labios de mi madre,  mientras recrea en la mente figuras un tanto borrosas de aquellos años guardados en un escondite especial, recuerda entonces la salida del colegio, el timbre ruidoso que la anunciaba y  los carritos de golosinas en la puerta , que esperándola afuera, iban repletos de melcochas con uno o dos generosos pedazos de maní tostado, la popular “jalada”, dulce y tan elástica, disponible en un par de sabores y colores nacionales: sabor a leche y sabor a fresa , las siempre famosas y degustables manzanas acarameladas, y hasta el Chocomel, un peculiar dulce hecho de un tipo de chocolate de una textura inigualable, terror de la tos ocasionada por comer con impaciencia, y de los uniformes color rata, aquellos tan originalmente dispuestos por el recordado Juan Velasco Alvarado, en un intento de “democratizar las clases sociales”, que en algún momento seguramente hasta alegró a la abuela, pues resistía al lavado y al trajín y travesuras de los colegiales. Mi madre recuerda con cierto desagrado aquella imposición “democrática” pues sin mas reparo desplazó a su tan preciado y más simpático uniforme azul marino, compuesto de un jamper de faldita plisada hasta encima de la rodilla (no como el anti-colegiala muestra un poquito las piernas del uniforme único), una blusita de cuello en V y una boina con la insignia del centro educativo.
Son seguramente las miles de canciones de aquellos años, artistas famosos, películas y hasta la época del primer amor, detalles que hicieron olvidar aquello cotidiano que era ir de casa al colegio, retornar del colegio a casa, las tareas, exámenes, trabajos manuales, llamadas de atención de los profesores, notas buenas y notas malas; y pensando y contándome cada una de las cosas de su infancia, pubertad y adolescencia, se nos viene de nuevo a la cabeza y provoca cantar, esta vez a ambas:
“Se para de puntas como un puerco espín
Parece la estatua de San Peluquín
Ni tres peluqueros te alcanzan a ti
Con peines de acero y sierras sin fin…”

Pensándolo y tratando de recordar mis añorados y siempre mencionados en sueños “Años de colegiala”, intento recordar los horarios en clase, la salida a la una de la tarde en primaria y a las dos menos cuarto en secundaria, y al escandaloso y tan esperado timbre que se encargaba de anunciarla; guardar los lapiceros de colores, que obligaban a la palma de la mano diestra a mancharse de tinta, al cuaderno cuadriculado de cien hojas con dibujos alusivos después de cada tema, listo para ser presentado el día de “revisión de cuadernos”, cuchicheos con las comadres al cruzar el dintel de la puerta marrón  del salón y el apresurar un tantito los pasos para recoger, ya no de la mano (porque no es mas una niña pequeña) a la por siempre hermanita menor, para luego en las afueras “del cole”, encontrar que nos espera sobre la vereda, un enorme plástico azul con un sinfín de folletitos con tapas de letras fosforescentes y fotos en mala definición, que anuncian grupos de la época con el repertorio de canciones que alborotan el momento de la muchachada, para las más pequeñas, bolsas diminutas de plástico con una bolita multicolor y 3 pares de yaxes, muñecas de plástico de 15 cm de pelo rubio y figura escultural imitando a Barbie, con ropa hecha de retazos de tela (o tela hecha en retazos de ropa), cuadernos pequeñitos de hojitas perfumadas, lápices tan grandes como el antebrazo de una niña de seis años, estuches de lapiceros de colores con tinta olorosa a “chicles” y demás, nos detenemos y después de mirar, comprar y recordar la letra de la canción que más nos gusta, la lengua se afloja y…:
Pero el planeta 
gira, gira a la derecha 
y cada vez ya la noche es mas tibia 
sin amor se enfría 
no tengo un hombre ni a Gael García 
me siento tan vacía 
a ver, a ver, que pasa en el siguiente día...”

Entonces, después de haber trenzado palabras para contar vivencias maternales y propias, decidí visitar al edificio ese, que me vio corretear con la mochila a la espalda durante once años, crucé la puerta metálica y guinda, y ya en el interior me sentí como un ser extraño pintado en sepia entre tanto bullicio de colegiala actual, faltaban 10 minutos para la salida así que decidí sentarme a esperar, en el transcurso se escenificaron las típicas escenas de las nenas de la “Promo del Año Pasado”, saludando a cuanta gente conocían ahí con aires de chicas casi-casi universitarias y las de los galanes con hormonas en efervescencia esperando a sus actuales, futuras o por un tiempo soñadas “señoritas-enamoradas” en la puerta.
Cuando al fin tocó el dichoso timbre de salida se ven a las niñas con el pelo recogido en cola de caballo (tal y como fue mandado desde tiempos inmemoriales), el uniforme guinda a cuadritos, mochilas inmensas a la espalda, en algunas, saltos bailarines que cruzan el dintel de la puerta, los anteojos “poto de botella” de las que aparentan ser nerds de la clase, la mirada de la niña que busca y se dice a sí misma :- ¿Dónde estará mi mamá?-, a la niña gorda que saca apresuradamente de la mochila lo que no pudo comer en el recreo (¡Tan corto!) y a la nena “chupamedias”, como se decía en mis tiempos (creo que aún se usa la terminología), saliendo del brazo de la profesora amada.

Muchas cosas no han cambiado, algunas solamente modificado, y otras tantísimas como mi querido uniforme color rata (que tuve la dicha de usar los tres primeros años de la primaria), quedaron en la caja de recuerditos “Dos por un sol cincuenta” de muchas personas que como yo, hace ya bastante tiempito dejaron de llamarse escolares.
Con las manos en el bolsillo me alejo por la vereda, cuando a lo lejos se escucha cantar y casi gritar en voces juveniles:
“Tu Angelito soy yooooooo,
tu amor bendito soy yo, un regalito de Dios. 
Tu angelito soyyyy yooooo, 
Tu amor bendito… "

miércoles, 23 de febrero de 2011

LA CARTA "DESTRUIDA"

Entonces érase un verdugo destrozando con un hacha inmensa, dotada de bravura y fuerza, ese recuerdo tan chiquito que tenías dentro, muy adentro, tan adentro que no pudo encontrarlo...hasta ahora...Fue cuando ese uno tangible, se multiplicó en muchos pedazos chiquititos que disolvieron en parte, aquello que celosamente guardabas de la vista de aquel enemigo con cara de ángel, aquello tan puro, para esa furiosa mirada, que tembló al desaparecer e hizo tu corazón tremer, aunque sin permitirte reconocer la pieza preciada que se dejaba caer.
  
 -¿Notará usted la diferencia al abrir el cajón de sus recuerdos?...¿Identificará a esa mano que con malsana intención destruyó parte de su interior?-
  
-Aquel asesino de recuerdos comprendió, que ese pedazo suyo, muchas veces le inspiró, notó que aprendió palabras suyas, notó que las comprendió bien, notó que las siente en el alma sin querer...se dió cuenta y decidió salir a buscar su arma mientras volteaste, lo arranchó de tu ser y sin piedad lo borró de aquí-
   
-Pero, si oyes con cuidado, aún susurra, dejó una huella que puedes escuchar, olores que podrás mirar, sabores que podrás tocar...Entra de puntillas...toma lo que queda y vuélvelo a guardar...-

REZO POR VOS

...entonces que es lo que debería sentir a estas alturas del partido???...

Seguramente si quisiera voltear la cabeza para verte, te darías cuenta del llamado y vendrías...y entonces, las cosas serían nuevamente como eran antes...tan superficialmente serenas la mayoría de las veces...y tan profundamente confusas como siempre...aunque me hacía sentir segura a veces, eso no lo puedo negar...

Es ya, muy tarde, el sol salió muchas veces siguiendo su mismo sendero y dejo pasar a la luna (tal historia se repitió algunas veces, aunque quisiera que ya hubiesen sido millones)...y por tanto la que fue esa vez ante tus ojos cabizbajos, ya no está; y al que yo miraba con una fuerza en la garganta que después me dejó caer innumerables veces, desapareció tambien...

Entonces...no se que decir, tampoco sé si lo que digo es correcto; aún si lo que pienso va como viento en popa y cual de las muchas posibilidades que elegí, para que me aguarden en algún tiempo, será...

...y entonces rezo...

jueves, 17 de septiembre de 2009

Para C.V.A.

Si...tendida en el suelo, sin responder al llanto del alma que con las manos ensangrentadas le sostiene la cabeza, le observa sin poder gritarle que todavia está su presencia.

El silencio sepulcral le envuelve, llantos y llamadas no contesta, les habla, busca respuestas...no le escuchan, no le sienten.

Sin quererlo, las gotas saladas desesperan, se confunde, volver a habitar su corazón intenta...esta cerrado, no se abre mas por fuera...y recuerda como es sentir bajo los pies la tierra.

La mano de viento del que vestido de negro se acerca, roza sus cabellos ya sin trenzas, mas y mas de los suyos se aleja, le enseña a usar la moneda que en la boca lleva, " no lleves zapatos" le dice, " tus pies no necesitan eso que pesa"...

Se ve a si misma, tiene los ojos cerrados y aún vigila despierta, que raro, aún no hay respuesta.

El sol y la luna se turnan, no habla, no le hablan, escucha mencionar su nombre como un recuerdo salado en tan pocos corazones, no puede verse, no esta mas en casa, ni ella misma se encuentra...ya comprende, en el mundo terrenal, su nombre desapareció, su figura dejó de ser materia, pesa aún menos que la mismísima niebla.

El adios de quienes ama se dibuja en su mirada, hasta lo oscuro de sus ropas le recuerda que allá arriba será su infinita morada.

Lo sabe, pero entender no puede, su reflejo en el agua ya casi desaparece...se deja llevar por el cálido aire que le envuelve, poco a poco se aleja, poco a poco a todos esos que ama les deja..."adios" dice, para esos pocos que por ella aún rezan...

...seguramente esos 30 segundos que tardé eran suficientes....seguramente...

sábado, 24 de enero de 2009

…Jugamos con fuego…

¿Todo lo que me dijiste es cierto?, quisiera creer que sí…Todo lo que te dije fue un hecho, que callé por mucho tiempo, y sin pensarlo dos veces, ese día no resistí…

Si en otro tiempo lo hubiésemos hablado, si en otras circunstancias lo hubieras confesado, no, ni aún así, no sería de ti, no serías de mí…

Ahora desvías tu mirada, cuando me percato que la tienes fijada en mí, me sonrojo, tiemblo un poco, no puedo evitarlo… ¿Te pasa lo mismo cuando me ves venir?

Dijiste que te gusto, eso es diferente de querer, no dije que te quiero, solo quizás un gusto puede ser…

Estoy confusa, con la idea de antes de que pase me quiero quedar, dista mucho de lo que nos dijimos, pero nada daba vueltas y mil giros, solo por casualidad nos sorprendíamos unidos, nunca de la mano nos reímos, nunca nos miramos aturdidos, para sentirme halagada no tenía ni un motivo…era todo más claro, el aire se sentía más tranquilo, ¡Vamos!, finjamos que nunca lo dijimos…

sábado, 15 de noviembre de 2008

Sobre Tus Hombros…Papá

Yo canto, tú silbas-, y me hace montar en sus hombros cogiéndome de las manitas, yo con carcajadas y él con su silbido, vamos recorriendo el trecho hacia la casa de los abuelos.
Al lado va mamá, linda como siempre, acompaña al dueto con esa su sonrisa resplandeciente…
-¡Arre caballito, arre!, y los pasos de papá se hacen más largos, me sujeta de las piernitas…-¡Arre caballito!-, que mamá nos está alcanzando, de seguro mi hermanita con pataditas la está animando, estará contenta, cuando salga de su barriguita también competirá en las carreras de caballos…

-¿Ya te cansaste papi?-, respira que ya hemos llegado, saludemos a los abuelos, mira que rica merienda nos han preparado…
La comida y la charla interminable han acabado, estuvo delicioso, ¡qué bonitos los regalos!, gracias abuelita, adiós abuelito, volveremos a encontrarnos.
Vámonos ya papi, hazme subir al caballo, esta vez los dos silbamos, mamá nos acompañará cantando…

martes, 4 de noviembre de 2008

Desconoces mis maneras, tus maneras desconozco...

Sentado, delante de mí, estático y atento, veo tu verde mirar y me sorprendo al encontrarlo (por un segundo) fijado en mí…me estremezco…
¿Qué era lo que mirabas?

Hablas con calma y suave, no me ves y te escucho, no me escuchas porque me ves…
Tu voz viaja a través de las distancias, las acorta, donde sea que esté, donde sea que estés, se oye…se siente…
¿De qué hablas? ¿Qué quieres escuchar?

Es tan fácil aprender el sonido de tus pasos, el tono y su velocidad…son tan indelebles, tan marcados…
¿A dónde vas?

Sientes y te hundes en tus pensamientos, navegas en un velero que en todos los sentidos te lleva a surcar el tiempo…
Te desconectas, te adentras en un propio silencio, tan tuyo, tan verde, tan suave, tan indeleble… ¡Tan poco palpable!¿Qué sientes? ¿Qué piensas?...Desconoces mis maneras…tus maneras desconozco…